dimecres, 26 de febrer del 2014

Sin pensarlo apenas, lo hizo



Sin pensarlo a penas, lo hizo.

Era viernes, eran las 15:00h y salía por la puerta del trabajo. Y lo único que le apetecía  era desaparecer del mundo, desconectar de esa inercia en la que todos vivían, y aunque la posibilidad de hacerlo eternamente no era viable, sí había algo en sus manos. 

Llegó a casa, abrió una de las bolsas de mano y metió todo aquello que necesitaban. Volvió al coche y sin más se plantó en la puerta del trabajo de Helena. Cuando esta salió, no le sorprendió ni encontrarla allí, ni enterarse del plan del fin de semana.

Había muchas cosas que las agradaban de vivir en una gran ciudad, pero había muchas otras que en ocasiones las sobrepasaban, y cuando estas cogían fuerzas, ellas tiraban de esa vía de escape de la que, por suerte, podían disponer. 

Cogieron la autopista sin tener muy claro donde pararían. No hablaban, compartían el silencio, ni siquiera necesitaban, ni siquiera querían escuchar música, aunque ambas fueran unas apasionadas de ella.

Hora y media después de salir cogieron un desvío de la autopista y después de carreteras secundarias y algún camino de arena, llegaron a un pueblo pequeño. Pararon el coche, fueron al único bar que había en la única plaza de aquel pueblo y le preguntaron al hombre que lo regentaba si conocía algún lugar cercano donde pode rencontrar alojamiento para aquel fin de semana, mientras se tomaban un vino de la casa delicioso. Por el camino campos llenos de viñedos las habían acompañado, así que aquella elección fue fácil de tomar.

Cerca de aquel pueblo, lo más cercano para alojarse estaba a 30 minutos. El hombre incluso llamó a la casa rural y confirmó que había habitación para ellas.
-¿Nos puede vender una botella de este vino?

Después de agradecerle la hospitalidad, se fueron. Tal y como habían quedado, tenían habitación ya lista para ellas en el mismo momento en el que llegaron. Pagaron el fin de semana entero, le pidieron dos copas de vino a la mujer que las atendió y se despidieron hasta la hora de la cena.

Subieron a la habitación, dejaron la bolsa al lado del armario y se fueron directas a abrir las ventanas para disfrutar del aire fresco de las montañas. En frente suyo solo había viñedos a un lado y al otro bosque, el sonido de los animales de la casa y un sol resplandeciente antes de esconderse detrás de aquellos árboles. Ya solo estaban ellas y la paz de aquel momento.

Salieron a la terraza, se sentaron en las sillas con la botella de vino respirando y las copas esperando ser llenadas.
 

Todo a su tiempo. Sin prisas. Sin ruidos.

diumenge, 23 de febrer del 2014

Sin más

¿Porque no nos vale con solo un rato?
Porque no nos vale con solo un rato, cuando nos dejamos ser, sin más.


dissabte, 22 de febrer del 2014

Hoy lo hago

Mírame, yo ayer tampoco podía.
Continué insistiendo y hoy, lo hago.
Que tú desistas en tu empeño, no es cosa mía.

divendres, 21 de febrer del 2014

Astros o causalidades

Mis labios se acercan a los tuyos aceleradamente pero al mismo tiempo frenados por una extraña duda que me apremia en este momento que llevo tanto tiempo esperando. Solo tengo dos opciones: -Esperar a que los astros se alineen mientras yo me siento a mirar como corre la vida a mi alrededor. -Dejarme ser y permitir a mis labios continuar con el camino iniciado y dejar que las causalidades vayan dándole ritmo a mi propia vida.

Todos los días amanece

Aunque no salga el sol,
todos los días amanece.
Aunque creamos que el mundo parece inmóvil,

el planeta de deja de rotar sobre su propio eje.

dilluns, 17 de febrer del 2014

Respiramos emoción

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Se miraban.
Se veían.
Se observaban.
Se sentían.
Y todos respirábamos emoción.
Aquel día y todos los que pasábamos con ellas.
Respiramos emoción.
 

dimarts, 11 de febrer del 2014

Sucesión de días



Día 1: Te veo, te miro, te observo.
Día 2: No te veo, te busco.
Día 3: Nos vemos, nos miramos, nos observamos.
Día 4: Volvemos a vernos, volvemos a mirarnos, volvemos a observarnos. Nos hemos soltado el pelo ambas. ¿A qué hora sales de trabajar?
 

dilluns, 10 de febrer del 2014

No fue hasta que aterrizó



No fue hasta que aterrizó en el que quiso que fuera su nuevo hogar, que se dio cuenta que se había dejado las pinturas en la casa de la que había salido corriendo. Por miedo a debatir sobre el color con el que pintar la vida, se condenó a un futuro en blanco y negro.


diumenge, 9 de febrer del 2014

Fin o inicio

Solo encuentro dos modos de verlo, como el fin de todo, o como el inicio de algo nuevo. Y creo que es muy pretencioso creer que, en un mundo como este, todo pueda terminar.