No sé si hay o no motivos para amar a alguien o si es cierto que el amor no
es que sea una locura, sino que es una locura amar de otro modo. No lo sé ni
quiero saberlo, lo único que se y al fin y al cabo, es eso lo que me sirve a mi
es lo que siento cuando te tengo cerca, cuando no, cuando se que me faltan
horas para verte o cuando esas horas se convierten en días.
Sé que tenerte lejos me hace extrañarte, sé que saber que no te voy a tener
a mi lado cuando el día esté llegando a su fin me hace sentir esa ausencia de
calidez, que tendré al meterme en la cama, antes de tiempo. Sé que tenerte a mi
lado por la noche me hace reconfortar, serán pocas las horas que tendré para
disfrutar de ti, pero eso no va a hacer que las disfrute menos. Son las horas
que tenemos y no voy a dejar que se
escapen por nada del mundo.
Y cuando te tengo cerca, mi cuerpo y mi alma reaccionan a tu cercanía. Me siento
capaz de todo, de esperar a que la vida nos termine de sonreír en todo, de
sacar fuerzas de donde no las siento para seguir adelante en esos días que
parece que he perdido la llave para darme cuerda, de vivir feliz a pesar de
todo aquello que nos rodea que parece autodestructivo. Tu piel me ha hecho
recuperar la ilusión, volver a creer en el amor tal y como siempre he querido
creer en él, volver a sentir como un cuerpo puede amar y no solo disfrutar…
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