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Tantas veces he escrito que muchas personas antes que nosotros han puesto palabras a lo que queríamos describir, y tantas veces he pensado que a parte de las canciones perfectas hay frases en un millón de ellas que si las juntáramos, lograríamos decir aquello que nos sale de dentro pero a lo que no sabemos terminar de dar forma.

Aquí tienes (tenéis) un intento de ello.

Sin esperarlo, sin buscarte, te encontré. Una eternidad esperé ese instante. Recuerdo aquella noche y no puedo pensar: A fuego lento, revoltosas, caricias que parecían mariposas. Vuelve a meterte en mi cama y deja ya de hablar, resulta tan agradable la condena, el instante previo… Sabiendo que te excita pensar: hasta donde llegaré.

Repaso tu figura desde la cabeza, pasando por el cuello llego hasta la pierna, me paro en la cintura para descansar. Bésame suavecito, sin prisas y con calma; dame un beso bien profundo que me llegue al alma. No existe duda de que este amor es una locura. Acércate niña linda que yo te quiero sentir.

Tus colores ahora pintan mi emoción. Dime que eres real, que no eres un sueño ni nada, dime que es verdad que te quedas a mi lado, dime una vez más que te gusto hasta enfadada. Tengo poco pero es mucho, por lo mucho que me das, me paseo por tu vida en versión original. Me lleno de vida cuando tus ojos me hablan, cuando tu boca me mira, cuando tus piernas me agarran.

No canviaria res per poder despertar y que m’estiguessis mirant. 

Te quiero Sandra.