Hace ya dos meses que decidí lanzarme a la piscina. Había cosas 
que me hacían pensar que ese beso que pretendía darle no iba a ser 
rechazado, pero por otro lado no podía olvidar que aquella mujer era (y 
sigue siendo) maravillosa y muy cariñosa con la gente a la que quiere. Y
 yo sabía que me quería, aunque pensara que solo como amiga. 
Después de algun tiempo sintiendo esa atracción por ella, después 
de sentir que ambos cuerpos se acercaban el uno al otro más de lo 
habitual, después de pasarnos la noche bailando muy, muy cerquita llegó 
el momento en que mi autocontrol se agotó y no me quedaba más opción que
 intentarlo. Mis labios se acercaron a los suyos al tiempo que mi mano 
la cogía para que no se separara de mi.
Y ya han pasado dos meses desde aquella noche. A estas horas 
todavía no habíamos podido separar nuestras pieles, y no pudimos hacerlo
 hasta que otros compromisos nos llamaron. Y desde entonces nuestras 
pieles se extrañan cuando no estan juntas, nuestras miradas solo esperan
 encontrar a la otra, nuestros labios guardan miles de besos por minuto a
 la espera de poder compartirlos, nuestros pensamientos tienen siempre 
un denominador común. No nos hacen falta grandes lujos para disfrutar la
 una de la otra, nunca he necesitado grandeza para ser feliz, ¿será por 
eso que la vida me ha puesto delante el tesoro más preciado? Ella.
Todos
 mis temores desaparecen al encontrarme con ella. Aunque me parezca 
increible, se que me ama, siento que me ama. Lo veo en su rostro, en su 
mirada. Lo siento en sus manos, en sus caricias, en sus besos, en sus 
abrazos. Lo oigo en su voz, en lo que me cuenta y en como me lo cuenta. 
En esos suspiros cuando estamos juntas y cuando las conversaciones por 
teléfono se hacen eternas sin apenas darnos cuenta que hace rato que es 
hora de dormir. Si llegan a decirme hace unos meses que hoy estaría así 
no me lo creería. Y posiblemente en otro momento me parecería una locura
 haber recuperado todas las ilusiones perdidas de este modo, pero 
después de estos dos meses lo que sería una locura por mi parte sería no
 querer a esta mujer a mi lado el resto de mi vida.



