No había tenido un buen día. No le pasó nada del otro mundo, pero como le puede ocurrir a cualquiera, ese no había sido uno de esos días que vale la pena recordar. Era pronto pero ya estaba metida en la cama metida en la lectura de ese libro que la transporta a un lugar en el que todo parece posible, en el que todo depende de uno mismo y de la ilusión con la que se viva.
Escuchó el timbre de la puerta però no se levantó de la habitación, no esperaba a nadie y sus compañeras de piso estaban en el comedor, así que supuso que ellas abrirían. Tenían la música puesta así que escuchó como se abría la puerta pero no alcanzó a saber quien había llegado, pero como ya he dicho, no esperaba a nadie así que tampoco se preocupó y siguió leyendo. No tardó en abrirse la puerta de su habitación.
-Hola mi amor.
-¡Mi vida! ¿Que haces aquí?
Había salido del trabajo no muy bien y la conocía demasiado como para no haberse dado cuenta en cuanto hablaron por teléfono. Sabía que aquel día no podían verse y no quería que se sintiera mal por oirla no tan bien como siempre y no poder estar con ella. Pero se conocían demasiado como para esconderse algo así. En ningún momento quiso que se presentara en su casa, sabía que tenía cosas que hacer y aquello no era tan grave como para necesitar la compañía de nadie, aunque poca compañía aceptara en aquel momento. Pero tampoco iba a negar que aquella era una gran sorpresa.
Llevaba rato pensando que un abrazo suyo no le solucionaría los problemas pero la reconfortaría en aquel momento, que hablar con alguien de lo ocurrido no iba a hacer que desapareciera, pero podría aliviar la angustia que llevaba dentro. Sabía que la calidez de sus labios le darían el calor que le faltaba en aquel momento, que sacar las lágrimas que andaba reprimiendo en su hombro haría de la pena la mitad, que dejar de darle vueltas al tema después la distraería y la haría sonreír como había hecho al principio del día. Y creyendo que eso ocurriría al día siguiente ya que era cuando tenían previsto verse, ocurrió antes.
-Te he dicho muchas veces que cuidaría de ti. Así que aquí estoy. Para lo que necesites mi amor.
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